Las 25 empresas cotizadas catalanas han disparado sus beneficios un 26% en el primer semestre, alcanzando 6.371 millones de euros, aunque sus ventas se han mantenido prácticamente estancadas, con un leve descenso del 0,4% hasta los 39.367 millones.
El motor principal de este crecimiento han sido los gigantes del Ibex arraigados en Cataluña, con especial protagonismo para CaixaBank y Sabadell. CaixaBank declaró unas ganancias de 2.951 millones, un 10% más, mientras que Sabadell elevó sus beneficios un 23% hasta sumar 975 millones. Sin embargo, ambos bancos vieron caer sus ingresos por intereses —un 12% en CaixaBank y un 9% en Sabadell— afectados por la bajada de los tipos de interés, lo que frenó el crecimiento global de las ventas ya que representan un tercio de la facturación total.
Naturgy retomó el liderazgo en facturación entre las cotizadas catalanas con un alza del 10% hasta rozar los 10.000 millones de euros. La energética presidida por Francisco Reynés también incrementó su beneficio en un 10%, logrando 1.146 millones.
Otros grandes grupos sorprendieron con subidas espectaculares en beneficios pese a crecimientos modestos en ingresos. Puig vio sus ganancias subir casi un 80% hasta 275 millones, con un aumento de ventas del 6%. Grifols casi quintuplicó su resultado neto hasta 176 millones y Colonial triplicó beneficios hasta 250 millones, gracias a la revalorización de activos y un buen desempeño en renta y contratación de oficinas.
En el capítulo de bajas, Borges Agricultural & Industrial Nuts salió del Mercado Continuo tras una opa del grupo agroalimentario, y Ecolumber, en liquidación, dejó de cotizar este verano. Por otro lado, Cirsa debutó en bolsa en julio con una valoración de 2.520 millones y ya mejoró sus beneficios un 8% en su último periodo sin cotizar.
Por último, Cellnex redujo drásticamente sus pérdidas, castigadas en años previos, hasta 115 millones, pero continúa siendo la cotizada catalana con números rojos más elevados.
En resumen, el primer semestre arroja un escenario sólido en rentabilidad para las cotizadas catalanas, impulsado por bancos y energéticas, mientras la presión en facturación persiste ante un entorno de menores ingresos financieros.


































