El paseo habitual para observar el paso de la gente en ciudades españolas se ha convertido en un espectáculo visual único. Tatuajes de todo tipo cubren cuerpos con diseños que van desde el alfabeto nipón hasta frases en árabe, verdaderas obras que recuerdan la poesía grabada en piedra de la Alhambra.
No solo los tatuajes llaman la atención: las uñas de colores intensos, en manos y pies, se suman al desfile junto con el uso de rímel en hombres y mujeres y cabelleras teñidas de forma impactante. Las calles parecen un “circo andante”, donde la estética es vital y la originalidad se lleva hasta el extremo.
En medio de este auge, se anuncia que en próximas subastas de arte se va a poner a la venta piel de tatuajes recuperada, lo que podría generar incluso conflictos por hacerse con estas piezas únicas. Las implicaciones culturales y económicas de esta tendencia aún están por verse.
Mientras tanto, los observadores del fenómeno siguen el paseo diario con fascinación y sorpresa, comentando una realidad que mezcla tradición con vanguardia y que se extiende de forma imparable.
