‘Los Increíbles’ marcó un antes y un después en Pixar al ser la primera película del estudio en tener humanos como protagonistas. Después de varios éxitos centrados en objetos o animales –‘Toy Story’, ‘Bichos’, ‘Buscando a Nemo’– el reto técnico para animar a humanos expresivos era enorme. El director Brad Bird arrancó el proyecto en los años 90, inspirado en parodiar el cine de superhéroes y explorar la dificultad de compaginar la vida familiar y profesional.
Estrenada en noviembre de 2004, ‘Los Increíbles’ se convirtió en la película más larga de Pixar con 115 minutos, un récord que solo superó ‘Cars’ dos años después. Fue la última en distribuirse en formato VHS. La historia de esta familia con superpoderes, adelantada un año al estreno de la película de ‘Los cuatro fantásticos’, recaudó más de 613 millones de dólares y logró dos premios Oscar, a Mejor largometraje de animación y Mejores efectos de sonido.
Pixar tuvo que desarrollar nuevas tecnologías para crear un sistema muscular que permitiera a los personajes humanos mostrar emociones y movimientos naturales, algo inédito en sus producciones anteriores donde los humanos aparecían pero sin protagonismo ni expresividad. Detalles como el GPS de Bob tratando calles reales en los alrededores de Pixar en California o la ambientación de 1962 con el periódico que se ve en la película, reflejan el cuidado por el detalle del estudio.
El éxito de ‘Los Increíbles’ perdura y la secuela, estrenada en 2018, llegó tras años de demanda de los fans. La película abrió camino a que años después Pixar apostase por humanos en historias como ‘Coco’, ‘Del revés’ o ‘Up’, integrando así personajes humanos como eje central sin limitaciones técnicas ni artísticas.
Con más de 20 años desde su estreno, ‘Los Increíbles’ sigue siendo un punto de inflexión en la animación y en la historia del estudio californiano, mostrando que la innovación técnica y narrativa pueden ir de la mano para crear un éxito rotundo de público y crítica.


































