Los tópicos repetidos sobre Extremadura actúan como una carga que dificulta la evolución de su identidad histórica y cultural.
Este fenómeno se ha perpetuado generación tras generación, convirtiendo en costoso y complicado modificar la narrativa simplificada que rodea a esta región española.
Al reducir la historia de Extremadura a lugares y personajes manoseados para un consumo fácil, se limita su potencial de transformación y expansión cultural, afectando también su turismo.
Expertos en identidad regional alertan que romper con estos clichés es fundamental para actualizar la imagen de Extremadura y atraer un interés más profundo y sostenible.
El desafío está en combatir los relatos simplistas y apostar por una visión más completa y auténtica que permita a Extremadura abrirse al mundo sin arrastrar un lastre histórico impuesto.


































