Lugo anuncia un plan municipal para abordar la crisis de vivienda con medidas urgentes en tres frentes: rehabilitación, movilización de pisos vacíos y ampliación de la oferta residencial.
El alcalde Miguel Fernández presentó la iniciativa acompañado del concejal de Urbanismo, Jorge Bustos, y el director general Hipólito Pérez. El plan busca “una ciudad más justa y habitable” poniendo el foco en mejorar el acceso a vivienda digna.
La ciudad cuenta con más de 62.000 viviendas, pero cerca del 17% – unas 10.700 – están desocupadas. Para revertirlo, se aplicará un recargo en el IBI de hasta un 150% para grandes propietarios que mantengan casas vacías. Esta medida pretende incentivar que esas viviendas entren al mercado.
En paralelo, se creará una Bolsa Municipal de Alquiler Asequible gestionada por la empresa pública Evislusa. Los propietarios que cedan sus inmuebles recibirán una bonificación del 95% en el IBI, mientras que el Ayuntamiento los ofrecerá a precios por debajo del mercado.
Sobre rehabilitación, el plan contempla reforzar el Servicio de Arquitectura para agilizar trámites y aprobar a finales de 2025 una nueva ordenanza que permita intervenir en inmuebles deteriorados, incluso con expropiaciones o venta forzosa. El Ayuntamiento también elaborará un inventario de edificios en mal estado y promoverá ayudas económicas, recordando que el último paquete liberó 850.000 euros para el Casco Histórico.
El alcalde lamentó la falta de nuevas subvenciones por parte de la Xunta para zonas de rehabilitación programada, obstaculizando inversiones clave en barrios como A Milagrosa o Feijóo.
El tercer eje del plan es aumentar la oferta de vivienda pública y privada desde un modelo sostenible. Se revisarán las normas urbanísticas para facilitar cambios de uso y mejorar la habitabilidad. La aprobación final está prevista para el segundo semestre de 2026.
El Ayuntamiento limitará las viviendas de uso turístico solo a edificios exclusivos o plantas bajas y primeras para proteger el mercado residencial. Además, se pondrán en marcha más de 300.000 m² de nuevo suelo urbanizable, con al menos un 40% reservado para vivienda protegida.
Este año se firmó un convenio con el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) para construir 1.200 viviendas nuevas en el barrio del Sagrado Corazón, con planes de seguir colaborando en otras zonas.
“Queremos que la vivienda sea un derecho real, no un privilegio. Que los jóvenes puedan quedarse en Lugo y construir aquí su proyecto de vida”, aseguró Fernández.
Con este plan, Lugo busca activar su parque inmobiliario, poner fin a la especulación con pisos vacíos y ampliar las opciones de alquier a precios accesibles, dando un paso firme para enfrentar la escasez de vivienda pública.
