Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana y líder del PP en la región, anunció esta mañana su renuncia tras un año de presión por la gestión de la devastadora DANA de octubre de 2023 que causó 229 muertos y daños masivos. Mazón, que llegó al poder recuperando el territorio clave para el PP, se convierte en la figura más perjudicada en la crisis política que desencadenó aquella catástrofe natural.
La tragedia comenzó el 29 de octubre de 2023 con una tormenta excepcional y mortal en Valencia, donde se produjeron inundaciones graves pese a que en la capital apenas llovía. La Generalitat reaccionó tarde: la alerta ES Alert se emitió casi una hora después de que la riada comenzara, y se confirmó que Mazón llegó 17 minutos tarde al centro de coordinación de emergencias. Estas demoras y fallos de comunicación le costaron la confianza dentro y fuera del partido.
El liderazgo de Mazón, descrito en su momento como hábil en la política interna pero poco preparado para gestión de crisis, quedó muy cuestionado. Sus silencios, evasivas y contradicciones en el relato público sobre su actuación aquella tarde intensificaron el descontento. La polémica se agravó cuando se supo que Mazón mantuvo una prolongada comida con la diputada Maribel Vilaplana mientras la emergencia escalaba. Estos hechos erosionaron el apoyo incluso dentro del PP valenciano.
Alberto Núñez Feijóo, presidente nacional del PP, apostó por una estrategia arriesgada de repartir responsabilidades también con el Gobierno de Pedro Sánchez, exigiendo una declaración de emergencia nacional para ayudar a la Generalitat sin asumir directamente el mando de la crisis. Sin embargo, la falta de una acción decisiva de Feijóo para descartar a Mazón terminó convirtiendo a esta crisis en un problema abierto para el partido a nivel nacional.
Las imágenes del funeral de Estado por las víctimas, con gritos de “asesino” y “rata cobarde” dirigidos a Mazón, aceleraron su caída política. La presión judicial también ha ido aumentando en los últimos meses, cerrando el cerco sobre su responsabilidad en la falta de preparación y reacción.
Mazón, quien fue director en varios organismos de la Generalitat durante las etapas de Zaplana y Camps, y cuenta con respaldo inicial de sectores del PP nacional, hoy ha optado por salir. Su renuncia se presenta como un intento de sacrificar una pieza para intentar frenar el desgaste del partido frente a la opinión pública y dejar sin excusas al Gobierno central para no aumentar los recursos en la reconstrucción de la comunidad valenciana.
La crisis en Valencia deja heridas profundas en el PP y siembra dudas sobre la estrategia de Feijóo a menos de un año de las elecciones generales. La gestión de la mayor catástrofe natural del siglo en España pone al descubierto debilidades estructurales en la respuesta institucional y políticas que podrían marcar la agenda en los próximos meses.
El episodio también reaviva el debate sobre el papel de los gobiernos autonómicos y central en la coordinación de emergencias, y la necesidad de modernizar sistemas como el ES Alert cuya activación y efectividad quedó en entredicho durante la DANA.


































