El Gobierno de México, bajo la administración de Claudia Sheinbaum, prepara una reforma fiscal que elevará los impuestos a los juegos de azar y apuestas, incluyendo por primera vez a casinos digitales extranjeros no establecidos en el país. La iniciativa figura en el paquete económico para 2025 y busca atacar dos frentes: desincentivar la ludopatía y combatir el lavado de dinero.
Según fuentes consultadas por El Universal, el aumento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a casinos, juegos y apuestas en línea tendrá un doble objetivo. Por un lado, el dinero recaudado se destinará a atender trastornos asociados a la ludopatía, un problema que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala como un factor riesgoso para la salud mental, con impacto en suicidios y trastornos psicológicos. Por otro, será una medida estricta para transparentar y fiscalizar ingresos, en especial de casinos digitales extranjeros, que podrán ser bloqueados si no cumplen con la nueva normativa.
En términos económicos, la medida podría generar recursos adicionales, aunque difícilmente igualarán a los que provienen de impuestos a refrescos, tabaco y videojuegos violentos. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reportó ingresos cercanos a 93 millones de dólares en los primeros seis meses de 2025 solo por el IEPS ligado a juegos de azar y apuestas, cifra relevante pero todavía por debajo del pico histórico en 2024, cuando se alcanzaron 170 millones de dólares.
Desde 2008, año en que se implementó el impuesto, los ingresos se han multiplicado por más de dos, reforzando para el Gobierno federal la vía fiscal como una herramienta para proteger a la población, en particular a jóvenes y adultos vulnerables. Un experto que habló con El Universal definió el IEPS sobre apuestas como “un impuesto de castigo” debido a su impacto en problemas sociales y familiares.
El paquete fiscal también incluye bloqueos temporales a plataformas extranjeras que no se adhieran a la normativa, una acción inédita que amplía el control estatal sobre un mercado digital creciente y antes menos regulado en México.
Esta iniciativa se suma a otras reformas recientes que gravan bebidas azucaradas, tabaco y videojuegos, todas ellas con la intención declarada de aumentar la recaudación fiscal y proteger la salud pública. Sin embargo, la función principal podría ser incrementar ingresos para el Estado, justo cuando la recaudación por IEPS aumenta en otros sectores.
Las cifras recaudadas por el IEPS en juegos de azar rondan cantidades similares al gasto público en proyectos importantes como la compra de leche o inversiones en infraestructura, ejemplo de la importancia que ha adquirido esta fuente tributaria.
El impacto en España es más indirecto, pero el avance mexicano en regulación de apuestas digitales extranjeras puede marcar tendencia en Latinoamérica para endurecer el control fiscal a plataformas en línea que operan sin residencia local.
