Jane Goodall, la renombrada etóloga británica, murió a los 91 años en California por causas naturales, informó hoy su organización de conservación ambiental.
Goodall revolucionó el estudio de los primates con sus investigaciones pioneras sobre el comportamiento de los chimpancés en África desde la década de 1960. Su trabajo desmontó creencias sobre la línea entre animales y humanos y abrió la puerta a la conservación con base científica y ética.
Además de su legado científico, creó la organización que lleva su nombre, dedicada a la protección del medio ambiente y los derechos de los animales a nivel mundial. Su influencia trascendió la academia para convertirla en un símbolo global de la defensa de la naturaleza.
La noticia ha conmocionado al mundo científico y a los defensores del medio ambiente, que resaltan su ejemplo como científica y activista.
Goodall había vivido en Estados Unidos durante sus últimos años, desde donde continuó promoviendo campañas de educación ambiental y protección animal.
Su muerte marca el final de una era en el estudio y la defensa de la vida salvaje, pero su legado permanece vivo en miles de proyectos y generaciones que siguen su ejemplo.
