La iglesia de Santa María de La Fresneda, en Siero, acogió ayer el nombramiento de Alfredo de Diego y Sotero Alperi como nuevos sacerdotes responsables de la parroquia de La Fresneda, además de las de San Miguel y Bobes.
La ceremonia oficializó el relevo tras 34 años de gestión de José Luis Fernández Polvorosa, quien no pudo asistir por la emoción que le produjo el evento. La misa fue presidida por el arcipreste de Siero, Eduardo Solís, con la presencia también de Artemio Grande, responsable del catecumenado de adultos de la diócesis de Asturias, además de numerosos fieles de la comunidad.
Durante el acto, los nuevos sacerdotes juraron fidelidad, renovando su compromiso con el servicio pastoral. Posteriormente, el arcipreste les entregó las llaves de la iglesia y recorrieron el templo para asumir el cuidado de los sacramentos esenciales, como el bautismo o la confesión.
“Mis pies están en La Fresneda, aunque mi cabeza aún está en Llaranes”, reconoció Alfredo de Diego, procedente de Avilés, que aseguró que “más pronto que tarde, todo mi ser estará aquí con vosotros para cumplir la misión”.
Además de las parroquias de Siero, Alperi y de Diego también se harán cargo de las comunidades religiosas de Lugo de Llanera, Pruvia y Villapérez, en Oviedo, y afrontan esta etapa “con mucha ilusión”, según explicaron.
La dedicación de Fernández Polvorosa fue destacada en la homilía como un legado clave para la continuidad y el fortalecimiento de las comunidades religiosas locales.
Este relevo llega en un momento de transición para la iglesia local, con el objetivo de mantener la atención a los fieles y responder a las necesidades de las parroquias bajo su nuevo liderazgo.
