Las tensiones entre el PSOE y Sumar estallaron hoy de nuevo y en un tema clave para el Ejecutivo: la vivienda. La ministra responsable, Isabel Rodríguez, llegó al Senado para la sesión de control con un ambiente claramente tenso tras el pedido de dimisión que le hizo Verónica Barbero, portavoz parlamentaria de Sumar.
Barbero exigió la dimisión de Rodríguez, dejando en evidencia el férreo desencuentro dentro del Gobierno de coalición. Sin embargo, la ministra socialista respondió con frialdad y cierta displicencia:
“Es normal, los grupos tienen que hacer su trabajo para llamar la atención”
dijo al ingresar a la Cámara Alta, minimizando el conflicto.
La pugna por la vivienda lleva meses marcando diferencias en la alianza entre el PSOE y la formación liderada por Yolanda Díaz. La polémica surge en uno de los pilares sociales del Ejecutivo progresista, justo cuando se esperaba unidad para impulsar reformas urgentes.
Este nuevo encontronazo no solo tensiona la coalición, sino que pone en el foco la fragilidad interna del Gobierno ante un asunto sensible para los ciudadanos y que tiene repercusiones directas en el acceso a la vivienda.
El choque entre ambas fuerzas políticas llega justo en un momento de alto debate parlamentario y podría complicar aún más la gestión de uno de los problemas más acuciantes de España.
