El PPdeG se hizo con la Alcaldía de Fisterra el 19 de agosto tras una moción de censura que desplazó a la hasta entonces alcaldesa, Áurea Domínguez Sisto, de la Alternativa dos Veciños. La iniciativa prosperó con el apoyo decisivo del concejal Francisco Martínez Traba, que rompió con el gobierno local previo.
La secretaria xeral del PPdeG, Paula Prado, visitó la localidad para destacar que las alcaldías populares son “una garantía de estabilidad, gestión y rigor” y cargó contra los “pactos de perdedores” del BNG y PSdeG, que a su juicio representan “pan para hoy y hambre para mañana”.
Prado resaltó que el nuevo alcalde, Luis Insua, de 33 años, es uno de los cinco regidores más jóvenes del PPdeG en Galicia y parte de una estrategia para dar protagonismo a la juventud en política tras ser el partido más votado por ese segmento en las últimas autonómicas.
“Luis es un ejemplo de nuestra apuesta por fomentar la participación activa de la juventud en la política”
Insua, en sus primeras semanas en el cargo, reconoció que encontró “numerosos expedientes parados, muchos trabajos pendientes y otros mal gestionados” y aseguró que desde entonces su equipo ha demostrado que “con trabajo y esfuerzo las cosas pueden hacerse de otra manera”.
“Fisterra va a ser el principio de la recuperación de las alcaldías del PP en Costa da Morte”
Prado apostó por convertir al Ayuntamiento en “un tractor para la comarca” y criticó a gobiernos anteriores por gobernar desde la inestabilidad y los intereses partidistas, no pensando en los vecinos.
El PPdeG asume la Alcaldía con una clara apuesta por la renovación y la gestión para rentabilizar el apoyo juvenil que obtuvo en las urnas, mientras busca consolidar su presencia en municipios clave de Galicia tras una etapa de conflictos internos en varios consistorios.
