Pepe Pérez-Muelas, profesor y escritor murciano, ha completado un viaje en bicicleta de más de 1.000 kilómetros desde los Alpes hasta Roma por la Vía Francígena, un trayecto que se convirtió en una odisea personal para superar sus problemas de salud mental.
Su experiencia se convierte ahora en Días de sol y piedra (Siruela), un libro híbrido entre diario íntimo y relato narrativo que escribe durante las 14 jornadas que duró su recorrido en bici. Nunca antes había practicado ciclismo y se preparó apenas diez fines de semana antes de la aventura, que considera una “cura de humildad” y un espacio para ordenar y sanar su caos interior.
El viaje física y emocional transcurre por ciudades pequeñas y poco turísticas de Italia como Pavía, Piacenza, Fidenza y otros pueblos de provincia, alejados del turismo masivo de Toscana o Roma. Pepe buscó la “Italia en un susurro”, un paisaje cultural que mezcla reflexiones personales con referencias a Homero, Petrarca, Primo Levi y el arte de Turner. “No quiero la Roma ostentosa y turística, sino la Roma melancólica y ciudad refugio que vive en mí”, declara.
El autor denuncia también el egoísmo del turismo moderno: “Ver obras maestras a través de la pantalla del móvil, como el David de Miguel Ángel, es triste. La gente viaja para mostrarse, no para disfrutar”. En medio de esta crítica, destaca su batalla más interna contra el miedo y la ansiedad. “El miedo domesticado es un compañero sabio”, dice, pero reconoce que durante años llevó un miedo perjudicial que le paralizaba.
Pérez-Muelas, nacido en Lorca, también comparte recuerdos de su experiencia tras el terremoto que azotó su ciudad en 2011, una catástrofe que le marcó profundamente y le enseñó a valorar la resiliencia. Hoy, su mayor refugio es su casa con su mujer y su hijo, donde encuentra su “Ítaca”, el punto de partida y regreso de todos sus viajes.
Con su nuevo libro, Pepe espera normalizar el diálogo sobre la salud mental y desmontar prejuicios. “No eres más débil ni peor persona por tener ansiedad”, recalca. Tras superar el síndrome del impostor que le sobrevino con el éxito, empieza a disfrutar del proceso y confiesa que para él lo fundamental sigue siendo la escritura.
Días de sol y piedra es una confesión clara y honesta que une un viaje físico con uno emocional, con Italia como espectador y cómplice de esta historia de superación.


































