Gerard Piqué abrió fuego esta semana con su regreso a la Kings League, pero lo más destacado llegó con su confesión sobre “la mayor humillación” de su carrera: un partido en El Sadar en 2012.
En un vídeo junto a Marcelo y el Youtuber Plex, Piqué recordó aquel frío 11 de febrero donde Osasuna asestó un duro golpe al Barcelona de Pep Guardiola. El defensor culé apuntó a Dejan Lekic, delantero serbio del equipo navarro, como el gran culpable de aquella derrota dolorosa.
“Mi mayor humillación? Era 2012 creo y en Osasuna hacía mucho frío… Ese día Lekic parecía Balón de Oro”,
admitió el excentral.
El partido quedó grabado en la memoria de Osasuna y su afición: un 3-2 a un Barça superado por la intensidad, con Lekic desatado. El delantero anotó un doblete, su instante de mayor brillo en Pamplona, poniendo al Barça contra las cuerdas desde el arranque.
El campo estaba casi en hielo y el césped se comportaba como cemento, lo que dificultaba el juego y llevó a Piqué a señalar cómo eso favoreció el impacto físico y la presencia aérea de Lekic, fichado por Osasuna en 2010 por unos 2,6 millones de euros.
El Osasuna de aquella noche fue todo coraje. Tras el 2-0 de Lekic, Alexis Sánchez recortó distancias al inicio de la segunda parte, pero un contraataque letal de Raúl García llevó el 3-1. El Barcelona presionó y Cristian Tello puso el 3-2, pero sin tiempo para más.
Más allá del repaso futbolístico, Piqué también mencionó polémicas arbitrales recientes. En un momento de la charla con Marcelo, sacó a relucir la injusticia que sufrió Juanfran en el Bernabéu, donde le anularon dos penaltis claros y le expulsaron por simular.
“Le hacen dos penaltis claros y le expulsan por simular, es acojonante”,
denunció.
El recuerdo de El Sadar 2012 sigue vivo como una de las noches más duras para Piqué y el Barça, y una gesta legendaria para Osasuna, que reafirmó su fortaleza en uno de los estadios más complicados de La Liga.
