Los planes de producción de combustibles fósiles de los gobiernos superan en un 120 % el nivel compatible con limitar el calentamiento global a 1,5°C, según el último Informe sobre la Brecha de Producción presentado esta semana. Este dato pone en serio riesgo las metas climáticas del Acuerdo de París, ratificado en 2015, y que busca mantener la temperatura mundial muy por debajo de 2 grados y esforzarse en limitarla a 1,5.
El informe, elaborado por el Instituto de Estocolmo para el Medio Ambiente junto a Climate Analytics y el International Institute for Sustainable Development, advierte que, pese a compromisos nuevos o revisados, la producción prevista de carbón incrementará hasta 2035, la de gas hasta 2050 y la de petróleo también seguirá en aumento hasta esa fecha.
Esto representa un aumento de la brecha respecto a 2023, donde ya superaba 110 % en el escenario 1,5°C y 69 % para 2°C. La consecuencia clara: si se ejecutan estos planes, los países no solo no alcanzarán las metas climáticas acordadas, sino que se alejarán aún más de ellas.
ONU apuesta por renovables e IA para acelerar transición
En contraste, Simon Stiell, máximo responsable de Cambio Climático de la ONU, afirmó en la Semana del Clima de Nueva York que «dejando de lado el ruido», el mundo empieza a alinearse con el Acuerdo de París. Resaltó que la inversión en renovables se multiplicó por diez en la última década y alcanzó 2 billones de dólares solo el año pasado.
Stiell subrayó la necesidad de ampliar esta transición país por país, sector por sector, y destacó el papel que puede jugar la inteligencia artificial como herramienta para gestionar redes energéticas y mapear riesgos climáticos. Sin embargo, reconoció que la IA todavía debe superar riesgos para ser aplicada con éxito.
El funcionario instó a alimentar las plataformas de IA con energía renovable y a innovar en eficiencia para acelerar los avances en la transición ecológica.
Por otro lado, insistió en el valor del multilateralismo y la cooperación internacional. Sin el trabajo de la ONU, dijo, hoy estaríamos en un escenario de calentamiento alrededor de 5 grados, «un futuro imposible». Gracias a los acuerdos, se ha logrado frenar la curva, pero todavía queda un largo camino. En pocos meses, con la COP30 en Belém, Brasil, se evaluará si los nuevos planes nacionales acercan o alejan al mundo del objetivo de 1,5 grados.
Los científicos enlazan directamente la reducción urgente y drástica de los combustibles fósiles con evitar desastres climáticos irreparables, como la desaparición de islas y costas ante la subida del nivel del mar. Pero los datos actuales muestran que la brecha entre compromisos y acciones sigue creciendo, y con ella, el riesgo para el planeta.
