Banco Sabadell ha dado un golpe contundente al BBVA tras el fracaso estrepitoso de la OPA hostil lanzada por la gran banca española. BBVA logró solo un 25,47% de los derechos de voto, un porcentaje que no solo paraliza la operación, sino que deja en evidencia una gestión errática y una evaluación de riesgos fallida en la entidad que preside Carlos Torres.
Desde el principio, la ofensiva de BBVA fue cuestionada, incluso por medios como OKDIARIO, que advirtieron sobre el riesgo de concentrar demasiado el sector bancario y perjudicar a pymes que confían en Sabadell. La OPA se planteó como un ataque frontal a la competencia y la diversidad financiera en España, algo que ha resistido con firmeza Sabadell bajo el mando de su presidente José Oliu.
La guerra entre bancos se ha saldado con una victoria clara para Sabadell, que supo mover las piezas con maestría frente a un adversario mayor pero menos eficiente. La presentación de BBVA quedó marcada por una mala gestión que les ha llevado a aceptar la derrota sin posibilidad aparente de réplica.
El resultado obliga a BBVA a replantear su estrategia y tendrá impacto inmediato en su imagen y reputación en el mercado. El 25,47% de aceptación es una cifra ridícula para un banco del tamaño de BBVA, y según fuentes cercanas al sector, este fracaso podría afectar su solvencia estratégica y confianza a medio plazo.
Por su parte, Sabadell refuerza su posición como banco independiente, siendo valorado por pymes y clientes por su colaboración y apoyo al tejido productivo español, algo que parece haber pesado en la resistencia contra la OPA.
Este rechazo masivo marca un precedente en la banca española sobre los límites de las operaciones agresivas y la importancia de la evaluación del riesgo en fusiones y adquisiciones.
La batalla está ganada para Sabadell, y el mercado ahora observa cómo BBVA lidia con las consecuencias de esta derrota estratégica.
