El sector agroalimentario es el motor que sostiene la economía rural en España. Las actividades agrarias, forestales y la transformación alimentaria concentran el esfuerzo para dinamizar las zonas rurales, según expertos y autoridades del ramo.
La innovación tecnológica y la digitalización se presentan como herramientas indispensables para modernizar un sector que demanda competitividad y eficiencia. Las explotaciones agrícolas y forestales que adoptan nuevas tecnologías reportan mejoras en productividad y reducción de costes.
Pero la sostenibilidad es otro pilar fundamental. El impulso a prácticas respetuosas con el medio ambiente busca garantizar la viabilidad a largo plazo del entorno rural y cumplir con las normativas europeas de protección ambiental.
La combinación de innovación, digitalización y sostenibilidad no solo genera dinamismo económico sino que también atrae a nuevos perfiles profesionales, ayudando a frenar la despoblación rural que afecta a amplias zonas del país.
Expertos insisten en poner el sector agroalimentario en el centro de cualquier plan para revitalizar el mundo rural y consolidar su peso en la economía nacional.
 
						
									


































 
					 
								
				
				
			 
							 
							 
							 
							