Teresa Portela, la piragüista española con más Juegos Olímpicos disputados (siete), ha estallado contra el presidente de la Real Federación Española de Piragüismo (RFEP), Javier Hernanz, tras sus declaraciones sobre su ausencia en el selectivo nacional.
En unas stories en Instagram, Portela calificó de “mentira” la afirmación de Hernanz de que ella habría solicitado “condiciones especiales” para entrenar fuera del centro nacional en Sevilla. “Ninguna opción. O me marchaba a Sevilla para competir o nada”, escribió la deportista, desmintiendo cualquier alternativa ofrecida por la RFEP.
Las críticas de Portela vienen tras el revuelo desde abril, cuando anunció su renuncia al selectivo nacional. En aquel momento argumentó la falta de entrenador para el equipo femenino absoluto de kayak, que no se formó hasta finales de febrero, a diferencia del masculino, lo que le impidió una preparación adecuada.
Hernanz respondió diciendo que Portela había pedido condiciones especiales, pero que la federación consideró que no eran óptimas para los resultados. También destacó el éxito del equipo femenino en resultados, un mérito que Portela no quiere atribuir al presidente.
“Que el presidente no se atribuya méritos que no le corresponden. Todas estas chicas estuvieron sin entrenador hasta febrero. Cuando vienen los resultados, se pega al árbol que más sombra da para salir en la foto”, dijo Portela.
La palista de Cangas do Morrazo insiste en que su demanda fue permitir que todas las mujeres puedan competir y que no se discrimine a quienes entrenan en sus clubes o casas fuera de Sevilla. En ese sentido, asegura que la federación nunca le ofreció entrenar en otros lugares con el mismo acceso a las competiciones.
La RFEP había argumentado que, debido a retrasos en el proceso electoral, se retrasó la formación del equipo femenino, pero garantizó la preparación en el Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEAR) de Sevilla, un enclave considerado de primer nivel.
Además, declaró que las concentraciones permanentes conllevan sacrificios personales para las deportistas, que deben separarse de sus familias, algo que provoca renuncias. Sin embargo, negaron que Portela pidiera entrenar exclusivamente en Sevilla y afirmaron apoyar su decisión de continuar en Pontevedra.
Portela denuncia que sus críticas sobre la ausencia prolongada de entrenador y la falta de apoyo están siendo contestadas con “desprestigios y mentiras” por parte de la federación. Concluye asegurando que Hernanz “no me representa como deportista” y subraya que nunca pidió condiciones especiales, sino igualdad para competir.
La polémica pone en el foco la gestión de la RFEP en el hockey femenino, la escasez de apoyo técnico y el choque entre una leyenda del piragüismo español y la burocracia del deporte federado. El conflicto abre un debate urgente sobre la preparación y las condiciones para las deportistas españolas que aspiran a competir al máximo nivel.


































