Tesla anunció una caída del 36,8% en su beneficio ajustado, decepcionando al mercado pese a lograr ventas récord de coches eléctricos. La compañía presidida por Elon Musk reportó unos gastos operativos de 3.400 millones de dólares, un 50% más que el trimestre anterior, impulsados por inversiones en inteligencia artificial (IA) y robótica.
Este es el cuarto trimestre consecutivo en el que la firma no llega a las expectativas de los analistas, a pesar de que los ingresos superaron las previsiones. En un comunicado, Tesla señaló que la guerra comercial complica medir su impacto en los resultados. Sin embargo, sus mayores costes y el endurecimiento de la política arancelaria han afectado directamente a las ganancias.
Tras la publicación de las cuentas, las acciones de Tesla bajaron cerca de un 1% en el índice Nasdaq y caen un 4% en el mercado de futuros esta mañana. Aun así, el valor de la compañía ha crecido un 75% en bolsa en los últimos seis meses y un 105% en el último año, sorteando la crisis generada por la controvertida política de Musk.
El dato pone presión sobre Tesla en un contexto global complicado, donde la subida de costes y la tarifa de aranceles amenazan el ritmo de crecimiento de uno de los fabricantes líderes del sector eléctrico y tecnológico.
