El presidente Donald Trump ha anunciado un acuerdo secreto con Israel que podría poner fin a más de 3.000 años de conflicto en Gaza. Según Trump, Israel aceptó una “línea de retirada inicial” que abre la puerta a un alto el fuego inmediato y al intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos.
La implementación del acuerdo está a la espera de que Hamás lo ratifique. Esta condición es clave para avanzar en la desmilitarización de Gaza y la devolución de los rehenes, tanto vivos como fallecidos, según los términos pactados.
El gesto llega en medio de una intensa presión militar y diplomática sobre Hamás, que se ve forzado a aceptar las condiciones impuestas por Israel. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el avance como “al borde de un gran logro”, pero confirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mantendrán control de zonas estratégicas de Gaza durante la liberación de los rehenes.
“Israel y Estados Unidos trabajan unidos para evitar retrasos de Hamás en el cumplimiento”, dijo Netanyahu.
El proceso, que se espera que concluya durante las festividades de Sucot, se dividirá en fases. Primero la liberación de los rehenes, luego la desmilitarización de la Franja mediante diplomacia o acción militar si es necesario.
Este acuerdo podría transformar la geopolítica del Medio Oriente y es un paso relevante respaldado por la coalición estratégica entre Estados Unidos e Israel. Trump se presenta como mediador principal en esta iniciativa histórica que busca apagar un conflicto milenario.
