El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha vuelto a insistir en la urgente necesidad de crear una tercera plaza para los juzgados de violencia sobre la mujer en Santa Cruz de Tenerife. La petición se produce a pesar de la incorporación temporal de un juez de la última promoción, asignado hasta enero de 2026.
El TSJC considera “prioritaria y absolutamente imprescindible” esta ampliación ante la sobrecarga del partido judicial de Santa Cruz, donde las condiciones ya son críticas. Actualmente, las denunciantes se ven obligadas a esperar en una sala con decenas de personas, incluidos niños pequeños, sin acceso directo a servicios básicos como el agua. Además, hay denuncias de cruces obligados entre víctimas y denunciados en pasillos estrechos, situación que sigue sin resolverse.
Esta problemática se extiende a nivel nacional y afecta con especial dureza a los juzgados de Canarias. Recientemente se anunciaron cuatro refuerzos para los juzgados canarios, pero ninguno para Santa Cruz de Tenerife. En cambio, en junio se autorizó un refuerzo en Arona, donde se ha puesto en marcha una segunda plaza de violencia sobre la mujer.
Fuentes del TSJC detallan que el Ministerio aprobó refuerzos sólo para partidos judiciales que cumplen ciertos requisitos, en este caso Las Palmas de Gran Canaria, Arrecife y Puerto del Rosario. Aunque el tribunal considera que Santa Cruz también debe recibir refuerzos, la decana de los juzgados locales estimó que el juez asignado era suficiente por ahora.
Por su parte, la presidencia y la Sala de Gobierno del TSJC han elevado informes al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y al Ministerio de Justicia para solicitar formalmente una tercera plaza que alivie la crisis y la carga de trabajo ante las nuevas competencias legales y la comarcalización del servicio.
La situación actual expone una grave crisis estructural en el sistema judicial especializado en violencia de género en Tenerife. Denunciantes siguen en condiciones indignas, sin garantías mínimas de seguridad y atención, mientras el tribunal reclama con urgencia que se atiendan sus demandas administrativas y de recursos.
El TSJC seguirá presionando para revertir esta situación antes de que la sobrecarga afecte a la capacidad de juzgar y proteger a las víctimas de violencia machista en la capital tinerfeña.
