Ana Rivero, taquígrafa del Congreso, reveló en el programa La Revuelta un intento de manipulación del Diario de Sesiones por parte de un ministro durante su trabajo en la Cámara Baja.
La grabadora del Congreso pasa por numerosas manos pero cuenta con estrictos controles para evitar la alteración de lo registrado. Rivero explicó la importancia de este documento para la transparencia democrática y la protección de la verdad parlamentaria.
En la conversación con David Broncano, recordó un momento especialmente tenso durante una protesta en la Cámara Baja contra el recorte al aborto promovido por Alberto Ruiz Gallardón. También describió sus vivencias durante el fallido golpe de Estado, que mantuvo al Congreso en estado de máxima alerta.
Rivero explicó que tras el intento de manipulación, el ministro en cuestión terminó entrando en la cárcel, aunque no especificó quién fue.
Estos relatos ponen en evidencia la presión y los momentos críticos que se viven dentro del Congreso, un espacio donde la palabra es jurídica y políticamente vinculante, y donde la taquigrafía actúa como garante de esa verdad histórica.
La intervención ha reavivado el debate sobre la transparencia y la manipulación en las instituciones españolas que deben fiscalizar el poder, un recordatorio directo sobre la importancia del trabajo de quienes registran cada sesión.
