El partido Vox ha salido en defensa de dos sacerdotes y un periodista juzgados este miércoles en la Audiencia Provincial de Málaga por un presunto delito de odio tras criticar duramente el yihadismo.
La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, denunció que el delito de odio se usa como “coartada de la izquierda para limitar la libertad de expresión y de conciencia”. Millán aseguró que el caso fue impulsado por una organización vinculada al Ayuntamiento de Barcelona y el entorno político de Ada Colau, que incluso ha mostrado posiciones favorables al régimen talibán en Afganistán.
Millán criticó la actuación “selectiva” de la Fiscalía, que persigue a los acusados y no actúa igual frente a quienes ofenden al cristianismo. También lamentó el silencio institucional ante la persecución y asesinato de cristianos en el mundo.
“Deseamos que sigan en libertad diciendo la verdad y este derecho para todos los españoles a expresar su opinión y tener libertad de conciencia”
El juicio se centra en declaraciones del sacerdote conocido como Padre Custodio, quien afirmó que “el islam radical quiere destruir la civilización occidental”. Esta frase ha sido difundida y respaldada en redes sociales por figuras como el eurodiputado Hermann Tertsch, el secretario general de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga, y el jefe de la delegación del partido en Bruselas, Jorge Buxadé.
“El Islam radical quiere destruir la civilización cristiana y arrasar Occidente. Correcto”
Desde Vox insisten en que la ofensiva judicial contra estos religiosos y periodistas es un ataque político que contrasta con la permisividad ante ataques al cristianismo y el auge del islamismo radical.
No hay aún una sentencia, pero el caso ha intensificado el debate político alrededor de la libertad de expresión y la crítica religiosa en España, poniendo el foco en la línea entre discurso de odio y opinión.
