El Comité Nacional de Pesca francesa anunció un fondo de 12 millones de euros para modernizar la flota pesquera en los próximos dos años. Esta línea de apoyo forma parte de un paquete mayor, anunciado en 2023 por Emmanuel Macron, para invertir 700 millones de euros hasta 2035, financiados con ingresos de la tasa sobre parques eólicos costeros.
La medida busca responder a una profunda crisis que atraviesa la pesca artesanal francesa. Las embarcaciones, con una media de edad cercana a 30 años, están obsoletas y no cumplen con los estándares modernos de seguridad y eficiencia ambiental, un problema especialmente grave en Normandía, donde cerca de 580 barcos tienen más de tres décadas y carecen de estudios de estabilidad.
Las restricciones por la creación de parques eólicos marinos y la expansión de las áreas protegidas reducen los caladeros tradicionales y generan tensiones con la pesca artesanal, que lucha por sobrevivir y renovar sus herramientas. Muchos capitanes se han visto forzados a vender sus barcos o solicitar planes de salida en puertos como el de Granville y en la Manche oeste.
Durante las últimas Asambleas de la Pesca celebradas en Boulogne-sur-Mer el 19 de septiembre, Olivier Le Nézet, presidente del Comité Nacional de Pesca, explicó que este fondo estará dirigido a cuatro prioridades: la eficiencia energética de los barcos, la valorización de la producción, la seguridad y salud a bordo, y la eficiencia ambiental de los métodos de pesca.
Cada embarcación podrá solicitar hasta 100,000 euros para modernizarse, con proyectos que se evaluarían según criterios técnicos y sociales. El financiamiento es fruto de negociaciones con la Comisión Europea y representa un “primer aliento” para un sector que reclama medidas urgentes.
“Muchas naves actuales están mal adaptadas, causan problemas de accidentología y no son aptas para la pesca de la coquille Saint-Jacques,” destacó Dimitri Rogoff, presidente del comité pesquero de Normandía.
El sector espera que esta inyección ayude a contener la pauperización y permita a los pescadores recuperar confianza ante bancos y entidades financieras, hasta ahora reacios a apoyar proyectos en un contexto muy restrictivo. La pesca francesa vive un momento crítico frente a cambios regulatorios y ambientales que exigen adaptación tecnológica rápida.
Con la tasa sobre la energía eólica costera como nuevo soporte financiero, el Gobierno quiere equilibrar el desarrollo renovable con la supervivencia de uno de los sectores mejor arraigados en el litoral francés.
