Lituania cerró su frontera con Bielorrusia, dejando a 2.000 camiones bloqueados tras acusar a Minsk de enviar contrabando por aire. La decisión afecta directamente a transportistas que denuncian estar “tomados como rehenes”.
Vilnius restringió el paso después de detectar decenas de globos transportando cigarrillos de contrabando desde Bielorrusia, un hecho calificado por la Unión Europea como un “ataque híbrido”. La medida forma parte de la escalada entre ambos países, con los puntos fronterizos reducidos desde la invasión rusa a Ucrania.
Oleg Tarasov, vicepresidente de la asociación nacional de transportistas Linava, denunció a AFP:
“Los bielorrusos retienen todos los vehículos lituanos y no los dejan salir, somos rehenes y nuestros bienes están secuestrados.”
Según Tarasov, los activos bloqueados superan los 60 millones de euros, con pérdidas mensuales de alrededor de 18 millones debido a la paralización. El sector logístico lituano emplea a más de 54.000 conductores y 56.000 camiones, por lo que el impacto es significativo.
Tarasov criticó también al gobierno de Vilnius por la falta de consulta previa con los transportistas antes del cierre, a pesar de apoyar la medida.
La frontera entre Lituania y Bielorrusia estará cerrada al menos hasta el 30 de noviembre. Lituania mantiene abiertos solo dos puntos de cruce, Salcininkai y Medininkai, tras cerrar cuatro otros desde 2023 como respuesta a la guerra en Ucrania y la creciente influencia rusa en Bielorrusia.
La situación recuerda al cierre temporal que realizó Polonia el mes pasado, también por maniobras militares conjuntas de Bielorrusia y Rusia. La región sigue en tensión dada la cercanía con el conflicto ucraniano y la estrategia rusa en el flanco oriental de la UE.
El bloqueo de camiones agrava la cadena de suministro y presiona economías nacionales afectadas, mientras la crisis política y diplomática entre Bielorrusia y la UE escala sin soluciones inmediatas.


































