Tel-Aviv reunió este martes a cerca de 25.000 personas en un acto conmemorativo por las víctimas del brutal ataque del Hamas del 7 de octubre de 2023. Fueron más de 1.200 muertos aquel día, una de las peores tragedias en la historia reciente de Israel.
El evento, convocado por las familias de otages, reunió a miles que aún están marcados por la violencia y el dolor de aquel ataque coordinado que impactó kibbutz, bases militares y hasta un festival musical, el Nova, donde hubo numerosos fallecidos y secuestrados.
Entre los asistentes se encontraba Almog, con un t-shirt negro, que perdió a un amigo íntimo en Gaza horas después de ser secuestrado por militantes del Hamas.
“Somos una familia triste que no quisiera ser, pero que se sostiene unida ante el dolor que pocos fuera entienden”, dijo Almog.
El acto tuvo lugar en un parque al norte de Tel-Aviv y la organización colocó sobre el escenario restos de una carcasa de automóvil quemado, símbolo brutal del ataque y el sufrimiento.
Además de la ceremonia central, esta jornada de recuerdo se vivió en los distintos lugares atacados, donde la población israelí se reunió para rendir homenaje a sus muertos y reafirmar su unidad frente a ese episodio todavía muy presente.
