La precariedad energética sigue al alza en Francia. Según el barómetro anual presentado hoy por el mediador nacional de la energía, ya 36 % de los hogares franceses reconocen tener dificultades para pagar sus facturas de electricidad y gas, un aumento preocupante frente al 28 % registrado el año pasado.
La principal causa es el incremento persistente de las tarifas de electricidad y gas, que junto con la inflación general elevan los costos de la vida para muchas familias. El informe señala que el aumento del precio de la energía golpea especialmente a los sectores más vulnerables y a quienes tienen presupuestos ajustados.
Este deterioro en la capacidad de pago impacta directamente en el acceso básico al calor y la electricidad, fundamentales en invierno. Las autoridades y organizaciones sociales llevan meses alertando sobre el agravamiento de la situación y la necesidad de intervenciones urgentes.
El mediador insiste en que la tendencia no solo se debe a la escalada tarifaria del sector energético, sino también al efecto dominó de la inflación en otros gastos esenciales, que reduce la disponibilidad financiera de las familias para cubrir sus facturas.
La cifra del 36 % evidencia un aumento notable en la inseguridad energética en el país, que afecta a más de un tercio de la población. Con estos datos, la presión sobre el Gobierno para tomar medidas concretas se vuelve ineludible ante la proximidad del invierno.
El mediador publicó hoy este barómetro para ofrecer un diagnóstico actualizado y exigir respuestas rápidas para proteger a los hogares en riesgo. Mientras tanto, millones de franceses se enfrentan a un invierno con factura de la luz y el gas cada vez más difícil de asumir.


































