ACI Groupe, el coloso lyonés de la subcontratación industrial, enfrenta un duro revés: su holding financiera fue colocada en redressement judiciaire por el tribunal de comercio de Lyon. La medida afecta solo a la holding, no a las sociedades operativas del grupo, que suman 1.600 empleados y esperan cerrar el año con 200 millones de euros en facturación.
La decisión llega tras una solicitud de suspensión de pagos presentada por el accionista minoritario y cofundador Patrice Rives, quien reclama dificultades financieras que el CEO y fundador, Philippe Rivière, rechaza enérgicamente. Rivière anunció que apelará esta decisión y asegura contar con soluciones financieras a corto plazo.
“Refuto la situación de suspensión de pagos y haré apelación junto a los fondos accionistas de ACI Groupe. No hay fuego”, afirmó Rivière.
Desde su creación en 2019, ACI Groupe creció a paso acelerado, comprando cerca de cuarenta empresas, muchas en concurso de acreedores. En junio se postulaba para adquirir BeLink Solutions, especializada en electrónica para el sector automotriz, con 140 empleados y 15 millones de euros en facturación prevista para 2025. Sin embargo, en septiembre el grupo reculó tanto en esa operación como en la compra parcial de NovAsco, fabricante metalúrgico con sede en Mosela y 750 empleados.
Además, el grupo firmó a comienzos de verano una intención con el innovador francés en aviación híbrido-eléctrica VoltAero y SEDC Energy, fondo malasio, planeando una participación estratégica para impulsar un proyecto de aviación descarbonizada en Malasia. Pero este ambicioso plan parece ahora estancado tras el último revés financiero.
En marzo, Rivière había anunciado la captación de 82 millones de euros del fondo Fortuna, destinado a impulsar la hipercrecimiento y alcanzar los 500 millones en facturación. Sin embargo, esos fondos no han llegado a las cuentas del grupo en Lyon. En junio, durante el Salón de Le Bourget, Rivière también presentó planes para una oferta pública de acciones prevista para otoño, que buscaba recaudar entre 50 y 80 millones de euros para reforzar la financiación.
La batalla judicial y financiera entre los dos fundadores y actores principales apunta a prolongarse, poniendo en jaque la estrategia de crecimiento agresivo de ACI Groupe y su ambición de consolidarse como un gigante europeo de la subcontratación industrial.
