En el 11º día del juicio por el presunto asesinato de su esposa Delphine, Cédric Jubillar admitió haber proferido amenazas, pero negó categóricamente haberla matado. La audiencia se desarrolló este miércoles con testimonios clave de varios antiguos compañeros de prisión, quienes aportaron versiones contradictorias sobre las supuestas confesiones del acusado.
Por la mañana, la madre de Jubillar declaró que su hijo le dijo poco antes de la desaparición de Delphine que “iba a matarla y enterrarla”. Esta versión impactó a la corte y añadió presión a una causa que sigue sin resolverse.
En la tarde, varios de sus excompañeros desde la cárcel de Seysses fueron escuchados, algunos por videoconferencia. Marco, un antiguo codenado que hoy vive en Portugal, aseguró que Jubillar le hizo “confidencias” en 2021 sobre haber “perdido la cabeza” tras descubrir una supuesta infidelidad de su esposa y que se había deshecho del cuerpo. Según Marco, el acusado habló incluso de un cuchillo y un coche prestado para ocultar el cadáver.
Marco detalló que Jubillar involucró a su pareja de entonces, Séverine L., diciéndole que ella conocía la ubicación del cuerpo, algo que llevó a Marco a sugerir un macabro plan para desenterrarlo y moverlo.
“Cédric me dice que vaya a ver a Séverine, porque él la llevó al lugar por amor”
Sin embargo, otros testigos que compartieron la celda con Jubillar presentaron una versión opuesta: aseguraron que nunca oyó de su boca una confesión real. Aymen, Mickael y Sofiane dijeron que Jubillar negó siempre haber matado a su esposa, y tacharon a Marco de “mentiroso” y “mitómano”.
Ante la corte, Jubillar aceptó solo dos “verdades” de lo comentado por Marco: que se definió como “el hombre más cornudo y conocido de Francia” y que el cuerpo estaba en una finca incendiada. Explicó que esas “confesiones” eran bromas para callar a quienes le molestaban, incluyendo a Séverine y Marco.
“Fue una broma de mal gusto, pero una broma. Las amenazas fueron enojos, pero no maté a Delphine”
El último testigo, Erwan, libre y excompañero, vino a reforzar la sospecha contra Jubillar asegurando que él “se jactaba de haber cometido el crimen perfecto” a pesar de haber cambiado su discurso inicialmente y que más de 40 presos habrían escuchado esas declaraciones.
La defensa de Jubillar mantiene su declaración de inocencia completa. El juicio continúa y la corte tendrá que decidir qué peso darle a estas versiones contradictorias y si las supuestas “bromas” esconden una realidad criminal.
