Arabia Saudí está utilizando el deporte para fortalecer su poder blando y mejorar su imagen global, con planes que van desde fútbol hasta tenis, golf y Fórmula 1.
El proyecto estrella es un estadio único suspendido a 350 metros de altura en la ciudad futurista NEOM, con capacidad para 46,000 espectadores. Aunque las imágenes que circulan fueron creadas con inteligencia artificial, el reino confirma que la obra debería estar lista para 2032. NEOM es presentado como un “laboratorio vivo” para quienes “sueñan en grande”.
En fútbol, Arabia Saudí prepara la organización de la Copa de Asia 2027 y del Mundial 2034, con la mirada marcada tras el exitoso torneo de Qatar 2022. El país no solo acoge eventos, sino que invierte en clubes y estrellas. Compró el Newcastle United inglés en 2021 por 350 millones de euros y ha fichado jugadores de primera línea como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y N’Golo Kanté.
La apuesta saudí va más allá del fútbol. El país consiguió la licencia para organizar un torneo ATP Masters 1000 de tenis en 2028. Además, cuenta con una gira profesional de golf desde 2021, la prestigiosa Saudi Cup en carreras de caballos con premios millonarios, y desde 2021 un Gran Premio de Fórmula 1 en Jeddah, donde también negocian la compra o creación de un equipo.
Sin embargo, estos grandes planes generan polémica y críticas por posibles casos de “sport washing”, la estrategia para mejorar la imagen internacional a través del deporte, mientras el reino enfrenta acusaciones de violaciones de derechos humanos. Un informe reciente de Human Rights Watch denuncia asesinatos de migrantes etíopes y represión interna bajo el mandato del príncipe heredero Mohammed bin Salman.
Arabia Saudí también usa el deporte para combatir problemas de salud pública como la obesidad y enfermedades cardiovasculares, ampliando oportunidades para sus deportistas en ligas internacionales.
En un giro hacia la tecnología, su fondo soberano, el Public Investment Fund (PIF), tomó una participación clave en el gigante de videojuegos Electronic Arts, dando señales de diversificar su influencia cultural y deportiva.
No obstante, la estrategia enfrenta trabas: los Juegos Asiáticos de Invierno previstos en NEOM para 2029 podrían cancelarse por retrasos técnicos, y la primera competencia de e-sport saudí fue aplazada y luego anulada sin explicación clara.
El tenis suma embajadores saudíes internacionales, con el joven francés Arthur Fils anunciando en octubre su apoyo al fondo PIF, siguiendo a figuras como Rafael Nadal.
El deporte se ha convertido en la tabla de salvación y la vitrina de Arabia Saudí en el escenario global, pero aún queda mucho por demostrar en la coherencia y resultados de esta ambiciosa política.


































