La campaña de envío del cheque energía comenzó este lunes 3 de noviembre en Francia con un retraso considerable. Originalmente previsto para abril, el pago se ha demorado por la aprobación tardía del presupuesto 2025, afectado por la disolución y censura del gobierno Barnier.
Este aporte anual, destinado a ayudar a los hogares modestos a cubrir gastos de electricidad, gas o fuel para viviendas, se distribuye a 3,8 millones de beneficiarios en primera fase. El importe varía entre 48 y 277 euros, con un promedio de 150 euros por hogar. Para acceder es necesario tener un renta fiscal por unidad de consumo inferior a 11 000 euros en 2023.
Los hogares que reúnen los requisitos y que ya fueron identificados recibirán el cheque automáticamente entre el 3 y el 21 de noviembre, según el calendario definido por departamento. En cambio, otros beneficiarios deberán solicitarlo de forma manual, ya que el cruce de datos fiscales con los contratos eléctricos no fue posible tras la supresión de la tasa de vivienda en 2023.
Estas personas recibieron aviso por correo, SMS o email para pedir su ayuda online o en oficinas de France Services. Deben presentar datos fiscales, identificación y comprobante de contrato de suministro eléctrico reciente antes del 28 de febrero de 2026. Bercy advierte que para recibir el pago más rápido conviene hacer la solicitud antes de noviembre, pues los cheques comenzarán a enviarse a partir del 19 de noviembre para estas demandas anticipadas.
“Los proveedores de energía deben mostrar flexibilidad en casos de impagos”, pidió el exministro Marc Ferracci
Asimismo, el mediador nacional de la energía señaló que, dado el retraso en el reparto, los cheques de esta edición serán válidos hasta el 31 de marzo de 2027, evitando pérdidas para los beneficiarios. Para 2026, se espera que el pago vuelva a realizarse en primavera y que la gestión sea más fluida.
El cheque energía no puede utilizarse para obras de mejora energética, salvo los cheques específicos para reformas ya emitidos. Puede activarse online, entregarse en mano o enviarse por correo, e incluso ser preasignado para facilitar su uso.
Con esta medida, el gobierno francés busca aliviar la carga en un contexto de crisis energética y económico, facilitando a las familias con menores ingresos el acceso a recursos para pagar sus facturas esenciales.


































