La Asamblea Nacional de Francia sigue este domingo su maratón para aprobar el presupuesto de la Seguridad Social, con el reloj en contra y la reforma de pensiones en juego. Con más de 600 enmiendas pendientes y menos de dos días de trabajo previstos antes de un receso por el Armisticio del 11 de noviembre, la presión aumenta.
El gobierno liderado por Sébastien Lecornu prometió entregar el texto completo al Senado el miércoles por la noche, incluso si no se llega a un acuerdo global en la Asamblea. Amélie de Montchalin, ministra de Cuentas Públicas, afirmó en X (antes Twitter) el domingo que todos los cambios votados estarán incluidos, pero eso no garantiza un voto final.
El debate sobre la suspensión de la reforma de jubilaciones, la apuesta del ejecutivo para evitar un veto del Partido Socialista, será el foco central el miércoles después del parón. El gobierno busca que este debate clave tenga lugar con el hemiciclo lleno, aunque eso signifique interrumpir otros puntos sin votarlos.
El plazo constitucional de 20 días para examinar el presupuesto expira el miércoles a medianoche. Si la Asamblea no finaliza, el gobierno podrá enviar el texto al Senado sin un voto integral, lo que generó sospechas de estrategia para evitar un rechazo total o un “49.3 largo” como reclamó el diputado Damien Maudet (LFI).
“¿El objetivo es no votar el texto y enviar al Senado una copia incompleta?”
Un alto funcionario del bloque gubernamental reconoció que puede convenir dejar que el debate se extienda para evitar un voto final riesgoso, y apunto que el PS, que no anunció censura, podría compartir esa misma táctica.
El socialismo, representado por Jérôme Guedj, llamó a acelerar la discusión “a marcha forzada” para avanzar cuanto más mejor e incluso llegar al final del examen. Criticó a los Insumisos por sembrar dudas tras votar en contra la sección de ingresos, señalando que una derrota ahí habría parado todo el proceso.
El voto de la noche del sábado fue ajustado: 176 a favor y 161 contra para la parte de “recettes”, con apoyo clave del PS y abstenciones parciales de comunistas y ecologistas. Tres diputados insumisos incluso votaron por error.
La situación se complicaría mucho más si se somete el paquete completo a votación el miércoles. La oposición tradicionalmente rechaza los presupuestos por impacto político. LFI y Rassemblement National anunciaron que votarían en contra otra vez. Jean-Philippe Tanguy, de RN, avisó en LCI:
“Al final votaremos contra porque votamos contra los ingresos, hay que ser coherentes.”
Con apenas horas para el cierre y tras un fin de semana intenso, la incertidumbre domina la Asamblea. El presupuesto de la Seguridad Social, pieza clave para el sistema francés, avanza contra reloj en medio de preocupaciones políticas y una reforma divisiva que sigue incendiando el debate público.


































