El gobierno de Túnez lanzó una nueva ofensiva contra el sector asociativo del país, anunciando la suspensión temporal de varias organizaciones civiles, incluido un actor clave del movimiento feminista.
La Asociación Tunecina de Mujeres Democráticas (ATFD) ha sido suspendida por un mes y enfrenta la amenaza de una prohibición definitiva si no cumple con las estrictas condiciones impuestas por las autoridades. Esta decisión ha generado preocupación entre activistas y observadores de derechos humanos.
El conflicto surge en un contexto de acusaciones oficiales contra estos grupos por actos de corrupción y la recepción de financiamiento extranjero considerado sospechoso por el gobierno, que no ha dado detalles públicos claros sobre las investigaciones.
Además de la ATFD, el Foro Tunecino de Derechos Humanos también está bajo pesquisa, ampliando así el cerco estatal sobre la sociedad civil en un país donde ya hubo similar represión en 2022.
El 13 de agosto de 2025, un grupo de militantes feministas se concentró en la capital para denunciar esta represión. Las imágenes del evento, documentadas por el fotógrafo Noureddine Ahmed, muestran el ambiente tenso que rodea la defensa de los derechos de la mujer en Túnez.
Estos movimientos llegan en momentos de inestabilidad política continuada, con un gobierno que endurece su control sobre las organizaciones no gubernamentales, generando alarma entre la comunidad internacional y defensores de los derechos civiles.
Hasta ahora, ni la ATFD ni el Foro han emitido declaraciones oficiales ante esta nueva ronda de restricciones.

































