El centro de concentración de bovinos situado en Ibos, cerca de Tarbes, está en el ojo del huracán tras ser acusado por la Fiscalía de Bayona de falsificar pasaportes sanitarios desde comienzos de 2024.
El establecimiento, que gestiona el tránsito de cientos e incluso miles de cabezas de ganado al año, exportó bovinos hacia Europa y Túnez con documentos apócrifos que declaraban animales libres de enfermedades sin aplicar vacunas ni realizar pruebas.
Amandine Boyer, vicefiscal del área ambiental, confirmó que la investigación fue lanzada este año y quedó en manos de la brigada territorial especializada en medio ambiente y de la brigada nacional de investigaciones veterinarias y fitosanitarias (BNEVP).
La empresa que maneja el centro fue adquirida en 2022 por otra instalada cerca de Saint-Palais. Según fuentes judiciales, se han practicado varias detenciones en las últimas jornadas, con tres personas ya formalmente encausadas.
Estas serán juzgadas el 19 de marzo de 2026 en el tribunal judicial de Bayona, junto con la persona jurídica del centro. Entre los implicados están el director actual y anterior, así como una veterinaria responsable.
Además, dos veterinarios béarnais fueron detenidos y luego beneficiados con medidas alternativas a la acusación por haber emitido prescripciones no conformes.
La falsificación ocurre en un contexto tenso marcado por las crisis sanitarias de la fiebre aftosa (MHE) y la tuberculosis bovina, lo que aumenta el riesgo para la seguridad alimentaria y la ganadería francesa.
Esta trama pone en jaque la confianza en los controles veterinarios y la trazabilidad que deben garantizar la salud de los animales y, por ende, la protección del consumidor.
