Chambray Touraine Handball se prepara para recibir este viernes 24 de octubre a Plan-de-Cuques tras un empate amargo logrado hace dos semanas en París 92 (26-26).
El equipo femenino francés sacó conclusiones claras del partido en la capital, donde dominaron la primera mitad con un contundente 11-20, pero se desdibujaron en la segunda parte, permitiendo a Paris 92 empatar sobre la campana. Esa experiencia marcó un punto de inflexión para las jugadoras y el cuerpo técnico.
“Aumentar nuestro nivel de confianza y de cólera”, reconoció el club, que asegura que los errores cometidos en la segunda parte ahora son un motivador para mejorar. Ese aprendizaje reciente es clave para afrontar con una mentalidad diferente y más agresiva el duelo en casa frente a Plan-de-Cuques.
Chambray llega a este partido con la urgencia de sumar otro resultado positivo que confirme el crecimiento mostrado en la cancha. Plan-de-Cuques, por su parte, es un rival que exige concentración desde el silbato inicial, y el equipo local parece haber internalizado esa lección.
El empate en París subrayó la necesidad de mantener la intensidad y aprovechar las ventajas desde el inicio hasta el último minuto, algo que Chambray ha puesto en el centro de su preparación esta semana. El objetivo está claro: no repetir el desconcierto de la segunda parte que casi les cuesta los dos puntos.
La afición local espera un equipo con más agresividad y confianza, capaz de imponer su juego en el Polyclub de Chambray para mantener su buena posición en la liga.
Este enfrentamiento llega en un momento clave de la temporada, donde cada punto suma para sostener las aspiraciones del club en la liga francesa. Chambray quiere aprovechar su dominio inicial del partido en París para cerrar el partido sin ceder terreno.
El partido entre Chambray Touraine Handball y Plan-de-Cuques promete ser un test de resistencia y madurez deportiva para el equipo de Touraine. La confianza que han reconstruido tras el empate les puede dar la fortaleza necesaria para hacerse con la victoria.
