Monstre, la polémica serie de true crime de Ryan Murphy, vuelve a generar controversia antes de su estreno en Netflix con la interpretación de Charlie Hunnam como Ed Gein. La nueva entrega, que llega tras las polémicas temporadas sobre Jeffrey Dahmer y los hermanos Menendez, aviva el debate sobre la “glamorización” de asesinos en serie.
La bande-annonce estrenada en septiembre muestra a Hunnam en escenas con desnudos y un momento inquietante tocando un cadáver, lo que ha provocado fuertes críticas en redes sociales. Usuarios en Reddit denuncian que el asesino está retratado como una “estrella de rock” y reprochan a Murphy el intento de hacer “cool” a personajes abyectos.
Ed Gein fue un criminal macabro que en los años 50 en Wisconsin profanó tumbas y cometió asesinatos, inspirando a icónicos villanos del cine de terror como Norman Bates o Buffalo Bill. Su historia cargada de horror y necrofilia hace que la serie enfrente dudas sobre si el enfoque ligero es apropiado.
En una entrevista con Variety, Hunnam calificó a Gein como “uno de los monstruos más suaves”, señalando que la serie busca presentar una visión compleja que incluye el lado humano, aunque monstruoso, de su personaje.
“Es uno de los monstruos más suaves. Monstruoso, sin duda, pero tenía su lado más dulce.”
El actor añadió en el programa Today que la franquicia siempre ha cuestionado quién es realmente el monstruo: si el criminal o quienes convierten su historia en espectáculo para el público. Recordó además que la influencia de Ed Gein cambió el horror cinematográfico, enfocándose en humanos como monstruos.
Aunque la narrativa de Monstre nunca ha estado exenta de críticas —familias de víctimas y los propios implicados en temporadas anteriores han sido muy críticos con la representación y la ética del show—, la audiencia no para de crecer y sus temporadas se han convertido en algunos de los programas más vistos en Netflix.
La temporada 3, Monstre: La historia de Ed Gein, se estrenará el 3 de octubre de 2025 en cines y plataformas, en medio de un debate intenso que podría poner nuevamente a prueba los límites del true crime en la era del streaming.
