Cédric Jimenez regresa con “Chien 51”, un thriller futurista ambientado en un París distópico en 2045, que explora la tensión entre zonas segregadas de la ciudad y el control de una inteligencia artificial llamada Alma.
La película arranca con una persecución frenética a orillas del Sena, estableciendo un ritmo intenso que no afloja durante sus 105 minutos. Los protagonistas Zem y Salia son dos policías de sectores opuestos de la ciudad, inmersos en una investigación por el asesinato del creador de Alma. La trama se complica con manifestaciones y ataques que cuestionan el dominio de esta IA omnipresente.
En pantalla, un reparto de primera línea compuesto por Gilles Lellouche, Adèle Exarchopoulos, Louis Garrel y Romain Duris, entre otros, no logra levantar un guion que peca de simplista y clichés previsibles, incluso en su estrategia de avisar del peligro que supone la inteligencia artificial.
La adaptación del libro homónimo de Laurent Gaudé queda muy lejos del original, perdiendo profundidad en una historia que suena a advertencia ya repetida y se reduce casi a una sucesión de escenas violentas y efectos visuales intensos.
El film trata de mezclar ciencia ficción con crítica social, pero falla en construir personajes creíbles o generar tensión real. Ni siquiera el peso de un casting estelar puede salvar la sensación de “mucho ruido y pocas nueces”.
“Chien 51” busca alertar sobre la intrusión tecnológica pero no aporta nada nuevo a un género ya saturado, y su mensaje brusco choca con la expectación que había generado el director tras éxitos como La French o BAC Nord.
La división distópica de París en tres zonas, los controles militares y el algoritmo que promete erradicar el crimen apuntaban a un relato potente, pero todo termina en una producción acelerada que confunde espectacularidad con sustancia.
“Chien 51” ya está en salas francesas, pero es posible que su impacto sea tan efímero como su propio ritmo acelerado. Malas nuevas para los seguidores del cine de Jimenez y para los que esperaban un thriller sofisticado sobre vigilancia y poder.
































