China y Estados Unidos arrancaron este sábado en Kuala Lumpur, Malasia, una nueva ronda de negociaciones comerciales con el objetivo de resolver su guerra de aranceles, que ha tensado la relación entre las dos mayores economías del mundo.
La reunión, que tiene lugar en un punto clave de la agenda internacional, busca desbloquear un conflicto que afecta a mercados y cadenas de suministro globales. Ambas potencias han impuesto mutuos gravámenes sobre miles de millones de dólares en productos, con un impacto negativo en sectores clave.
Los negociadores intentarán avanzar en propuestas para reducir aranceles y mejorar las condiciones comerciales sin ceder terreno político a escala global. Esta ronda se produce luego de meses de estancamiento y repentinos giros diplomáticos.
El resultado de estas conversaciones es crucial para empresas y consumidores a nivel mundial, incluidos mercados europeos, ya que cualquier acuerdo podría limitar el aumento de precios y la incertidumbre económica.
Ni China ni Estados Unidos han ofrecido detalles precisos sobre los temas abordados hoy, pero la expectativa es alta después de varios intentos previos que no lograron un acuerdo definitivo.
Se espera que estas negociaciones continúen en los próximos días y que ambas partes emitan un comunicado conjunto con sus avances o desacuerdos.


































