La maternidad de Les Lilas, uno de los símbolos del feminismo y pionera en métodos de parto sin dolor en Francia, cierra sus puertas este viernes tras una lucha financiera que dura más de una década.
Fundada en 1964 por la aristócrata Colette de Charnière, esta clínica privada sin fines de lucro en Seine-Saint-Denis fue clave para la liberalización de la contracepción y aborto, prácticas que se realizaban allí antes de la ley Veil de 1975.
El anuncio oficial del cierre llega después de perder la certificación de la Haute Autorité de Santé y de que el gestor no pudo sostener financieramente la actividad, según la Agencia Regional de Salud.
Este jueves, varios cientos de personas se concentraron frente a la fachada para protestar y recordar la misión del centro: empoderar a las mujeres desde el embarazo hasta el postparto.
“El objetivo de la maternidad era que una mujer saliera más fuerte que cuando entró,”
dijo Chantal Birman, matrona retirada de 75 años, en un encuentro celebrado en un gimnasio local.
El edificio, situado a apenas un kilómetro de una entrada al centro de París, cuenta con cuatro salas para el parto y un centro de interrupción voluntaria del embarazo. Para familias como la de Suewellyne, madre de un bebé nacido allí, el cierre es una pérdida irreparable.
“No hay suficientes lugares donde prime lo humano sobre lo técnico,”
afirmó mientras amamantaba a su hijo.
En la protesta participaron activistas de Femen mostrando pancartas y mensajes contra “políticos hipócritas” que no respaldaron la promesa estatal de reconstrucción en otro lugar, denunciada por el alcalde socialista Lionel Benharous.
La ministra de Salud, Stéphanie Rist, aseguró que un nuevo centro para la salud femenina se abrirá en sustitución, pero no ofrecerá atención durante el parto.
Desde 2012 la maternidad estuvo en riesgo, sin embargo la falta de compromisos financieros estatales y la desaprobación regulatoria aceleraron el cierre definitivo.
Esta maternidad fue referente en acompañar el parto humanizado y en la lucha feminista dentro y fuera de sus paredes. Su desaparición abre un debate urgente sobre la atención integral a la mujer en la maternidad.
 
						
									


































 
					 
								
				
				
			 
							 
							 
							 
							 
							 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				