En Camerún, la campaña para las elecciones presidenciales del 12 de octubre ya calienta motores y el presidente Paul Biya se afianza con la reactivación del G20, una alianza clave de partidos políticos favorables al régimen.
Al frente del movimiento está Jean de Dieu Momo, exopositor que se convirtió en aliado firme del presidente. Momo, quien fue una figura destacada en la oposición hasta 2018, ahora encabeza esta coalición para mostrar una “unidad sólida” del poder y dar una imagen de apertura política, justo cuando Biya busca un nuevo mandato.
Los analistas ven en esta maniobra una estrategia clara para neutralizar cualquier disidencia y agrupar a los seguidores del presidente. Momo admitió a la prensa que cambió de bando tras reconocer que la oposición estaba dividida y fragmentada. “Me equivoqué caminando con locos,” dijo, justificando su giro.
El G20 pro-Biya incluye varios partidos menores que hasta ahora permanecían dispersos, pero que ahora actúan como fachada para legitimar el poder establecido. La oposición oficial aún no logra consolidar una alternativa fuerte frente a un presidente que ha dominado la política camerunesa por más de cuatro décadas.
Con 90 años y 40 años en el poder, Paul Biya busca mantener su mandato ininterrumpido y esta coalición será clave para la percepción de unidad en el oficialismo. La comunidad internacional sigue de cerca el proceso electoral, marcado por denuncias históricas de falta de transparencia y restricciones a la oposición.
El relanzamiento del G20 aparece días antes del cierre oficial de candidaturas, apuntando a cerrar filas y mostrar fortalezas. Biya y sus partidarios quieren dejar clara una cosa: la continuidad del régimen está asegurada una vez más.
