El Tribunal correctionnel de Saint-Brieuc condenó el jueves a un hombre de 43 años a seis meses de prisión con suspensión y 1.500 euros de indemnización por hechos de violencia ocurridos en Rospez el 24 de julio de 2024.
La víctima, su excompañera, no estuvo presente en la audiencia por estar «demasiado traumatizada» para enfrentar al acusado, según declaró su abogada. La mujer denunció haber sido empujada casi sobre el capó del vehículo de su ex cuando acudió a recoger objetos de su antiguo domicilio.
El incidente se produjo días después de que la víctima fuera operada de apendicitis. Según el certificado médico, presentaba hematomas en el brazo y en la cicatriz de la zona inguinal, además de una incapacidad total de trabajo (ITT) de 10 días.
El acusado negó las agresiones y aseguró que no fue violento, argumentando que la mujer estaba bajo los efectos del alcohol y que él solo intentaba salir del lugar. Dijo que dejó su vivienda abierta al recibir aviso de la visita y que, al regresar, encontró daños en el interior, incluido un televisor roto.
El tribunal decidió requalificar la infracción, señalando que no había pruebas claras de que los hematomas provinieran del contacto con el vehículo, pero consideró que hubo violencia con arma, en este caso el automóvil.
La sentencia refleja la complejidad del caso, marcado por versiones contradictorias y una víctima visiblemente afectada, que evitó la confrontación directa en el juicio.
El caso refuerza la atención judicial en la región sobre la violencia de género y la protección de las víctimas, pese a las dificultades probatorias.
