CS Vienne decidió dar un volantazo en medio de la temporada tras vencer a Lannemezan justo antes del parón, rompiendo una racha de dos derrotas consecutivas.
El equipo, que había arrancado la campaña con varios fallos, optó por “volver a empezar desde cero” según su entrenador, buscando corregir errores y resetear el enfoque. El triunfo en el terreno de Lannemezan sirvió para calibrar ese cambio y poner en marcha un nuevo motor de confianza.
Este sábado a las 18h30 se enfrenta a Servette Ginebra, líder actual de la Nationale 2, en un encuentro que marcará el rumbo de Vienne en la segunda parte de la temporada. La presión está sobre ellos para mantener la dinámica positiva y demostrar que la pausa fue clave para enderezar el rumbo.
El entrenador reconoció que cometieron errores serios en el arranque, pero que aprendieron rápido. “Nos equivocamos, ahora toca rectificar con trabajo duro,” confesó en rueda de prensa. El rival suizo, situado en la cima de la tabla, no dará tregua y obligará a CS Vienne a mostrar una versión renovada si quiere sumarse a la pelea por el ascenso.
Desde Hautes-Pyrénées hasta casa, el club parece decidido a usar el impulso del último éxito para disputar el resto del calendario con renovada ambición. Los aficionados estarán atentos a la respuesta del equipo en un partido que pone en juego mucho más que puntos.
