Roberto De Zerbi atraviesa su mejor etapa desde que llegó a Marsella, con el OM líder de la Ligue 1 y un vestuario sólido y comprometido. El técnico italiano ha sabido integrar rápido a sus nuevas estrellas, apostando fuerte por la calidad y madurez táctica de sus fichajes como Pavard y Aguerd, quienes debutaron inmediatamente tras el mercado.
No hubo ritiro ni entrenamientos especiales de adaptación, De Zerbi prefirió meter a los jugadores al ruedo en partidos decisivos. Su apuesta por la audacia le dio resultados visibles desde septiembre, un mes que describió como “el mejor desde que empezó su carrera”. El italiano combina hoy variedad táctica con confianza plena en un grupo que responde y crece al ritmo de sus instrucciones.
Su relación con la directiva también ha mejorado: intercambios sinceros con Medhi Benatia y presidente Pablo Longoria, además del accionista Frank McCourt, han cimentado un proyecto serio con respaldo económico y deportivo. De Zerbi destaca la mentalidad apasionada y perfeccionista de sus futbolistas, alejándose de los conflictos que marcaban la temporada pasada.
En Champions, su osadía fue validada con siete refuerzos titulares contra el Ajax, incluyendo al joven Arthur Vermeeren. En defensa, ha encontrado en Pavard y Aguerd líderes tácticos que le permiten sorprender rivales y variar esquemas. Sabe explotar al máximo perfiles ofensivos como Igor Paixao, Weah u O’Riley, junto al experimentado Aubameyang.
El Velódromo lo respalda con elogios constantes. Antes del partido contra Le Havre, fue ovacionado y recibió una pancarta de los ultras con el lema “Roberto, Uno di Noi” (“Uno de los nuestros”), en referencia a su conexión con la cultura ultra italiana y su pasión por el club y sus seguidores.
“Vi el mensaje y lo aprecié mucho”, dijo De Zerbi tras el partido, ya centrado en su próximo desafío: el miércoles en Lisboa por Champions.
Aunque el técnico evita hablar de títulos o luchas directas con PSG, sabe que en Marsella el éxito es efímero y la presión constante. Su imagen es la de un entrenador más maduro, menos impulsivo, capaz de tomar decisiones clave en los partidos para mantener al OM en la cima del fútbol francés.
Con una mezcla de táctica, gestión humana y apoyo popular, De Zerbi gana peso para una temporada que ya pinta como histórica para el OM.
