El presidente del Congo-Brazzaville, Denis Sassou-Nguesso, confirmó este viernes 24 de octubre que ordenó personalmente una operación para perseguir y eliminar a las bandas armadas conocidas como “bebés negros” o Kulunas en Brazzaville.
Desde hace casi un mes, soldados de élite de la Dirección de Seguridad Presidencial están detrás de estos grupos que aterrorizan y atacan brutalmente a la población desde hace años. Durante la inauguración del complejo escolar “Liberté”, en el sexto distrito de la capital, Sassou-Nguesso explicó que la operación fue impulsada tras ver que otras fuerzas de seguridad tenían dificultades para contener la violencia.
“La seguridad presidencial, yo mismo ordené que interviniera porque vi que la operación patinaba un poco con las otras fuerzas. Actuamos como lo hicimos entre 1998 y 2002 en el Pool,” dijo el mandatario bajo un fuerte sol.
Según el presidente, la caza no se limitará a Brazzaville. “Vamos a actuar primero en Brazzaville y en Pointe-Noire, pero también perseguiremos a estos criminales en otras ciudades donde intenten refugiarse,” afirmó.
Desde que la Dirección de Seguridad Presidencial entró en acción, varios delincuentes reincidentes han sido abatidos y casas de familiares sospechosos de complicidad han sido demolidas. Sassou-Nguesso no ofreció cifras oficiales ni un balance detallado de los resultados hasta el momento, pero dejó claro que la operación continuará por tiempo indefinido.
Además de la lucha contra las bandas, las fuerzas de seguridad han intentado regular el caos vial en Brazzaville, imponiendo el uso obligatorio de casco a los conductores y pasajeros de taxis-motos, un problema común en la ciudad.
Los Kulunas han sido una amenaza constante durante años, mutilando y asesinando a ciudadanos, y las autoridades locales no habían logrado erradicarlos con las fuerzas convencionales. La entrada de la unidad presidencial marca una escalada en la respuesta del gobierno para restaurar el orden en la capital y otras zonas urbanas clave.
Esta ofensiva llega en un contexto de incremento de la violencia urbana en el Congo-Brazzaville donde, según fuentes locales, las bandas mantienen a la población en estado de miedo constante.


































