Un joven afgano de 20 años fue arrestado el 26 de octubre en Lyon por la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) y puesto bajo investigación en París por financiación y participación en una asociación terrorista. El martes 29 de octubre, el juez antiterrorista lo imputó y le impuso detención provisional, informó el Parquet Nacional Antiterrorista (Pnat).
El sospechoso, residente en Francia desde hace varios años, está acusado de enviar fondos y difundir propaganda radical vinculada al Estado Islámico en la región de Khorasan (EI-K). Según el fiscal Olivier Christen, el joven habría actuado como enlace para esta célula terrorista, usando redes sociales como TikTok y Snapchat para captar y radicalizar a usuarios jóvenes.
Los investigadores confirman que ya estaba bajo seguimiento por apología del terrorismo. Además de la difusión de contenidos, se detectaron movimientos financieros sospechosos con destino a combatientes del EI-K en Afganistán, donde este grupo ha intensificado sus ataques.
La rama del Estado Islámico en Khorasan se ha convertido en la más activa y con proyección internacional, responsable de atentados que han dejado decenas de muertos, como el ataque contra un concierto en Moscú que causó 145 víctimas en marzo de este año.
“La amenaza yihadista representa hoy el 80 % de los casos en curso ante el Pnat”, señaló el fiscal Christen en septiembre, recordando que en el primer semestre de 2024 se triplicaron las investigaciones en relación con el terrorismo yihadista comparado con 2023. Este repunte se explica por la reconfiguración del grupo en Afganistán y el contexto geopolítico mundial.
El arresto en Lyon se produce en un momento de fuerte vigilancia y lucha contra la radicalización dentro de Francia, donde las fuerzas de seguridad están volcadas en perseguir redes de apoyo a organizaciones terroristas, especialmente aquellas con conexiones internacionales como el EI-K.


































