Thierry Liger, diputado de Orne, calificó como “una sorpresa” la dimisión del gobierno Lecornu apenas una noche después de nombrar a varios ministros. Liger, ex presidente de la CDC del Cœur du Perche, criticó la falta de audacia y el método de negociación empleado por el ex primer ministro Sébastien Lecornu.
“El gobierno carecía de audacia y esperaba que Lecornu aplicara un método distinto, pero me decepcionó”
El diputado señaló que la consulta de los partidos fue fragmentada, con cada grupo imponiendo sus líneas rojas de forma aislada. “Lo ideal habría sido sentarlos juntos y no salir hasta acordar un proyecto común. Sin consenso, no puede haber base de gobierno sólido”, indicó.
Liger insinúa que el país está en un punto muerto Institucional que solo puede resolverse con una coalición. Refutó la idea de una nueva disolución de la Asamblea Nacional, apuntando que los tres bloques actuales imposibilitan una mayoría en una nueva votación.
“Debemos aprender a trabajar juntos al menos hasta la elección presidencial dentro de 18 meses, enfocándonos en lo esencial: bajar cargas para salarios bajos, simplificación y reducción del gasto público,” agregó.
El parlamentario admitió que esta incertidumbre afecta la labor parlamentaria, especialmente en la comisión de finanzas, donde esta semana no recibieron los documentos necesarios para avanzar en el presupuesto.
“La comisión no funciona como antes, sin información no podemos preparar el presupuesto. Quizá habrá que recurrir a una ley especial como el año pasado,”
dijo Liger.
Sobre la ministra Veronique Louwagie, Liger aclaró que por ahora sigue diputada y que podría regresar al gobierno antes del 5 de noviembre, fecha clave para cambios en Orne.
Para el diputado, esta crisis marca un momento complicado pero “también apasionante” para la democracia francesa. “Gobernar con mayoría es fácil, ahora toca trabajar distinto, en un sistema fragmentado que exige diálogo constante.”
