La crisis política en Francia se agudiza y tras la renuncia de Sébastien Lecornu, el aislamiento de Emmanuel Macron aumenta incluso internacionalmente. El ex presidente ruso Dmitri Medvedev aprovechó para atacar duramente al jefe del Estado francés, a quien volvió a llamar despectivamente “Micron”.
En un mensaje en X, Medvedev se burló del gobierno de Francia, que según él duró solo “14 horas” y afirmó que Macron “no es presidente, sino el abogado de Kiev y amigo de Alemania y Gran Bretaña”. Fue aún más lejos: “Micron se ríe de Francia, incluso los caballos de nuestros cosacos que entraron en París en 1814 harían mejor su trabajo”.
Este no es el primer ataque de Medvedev. En marzo, como vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, había dicho que Macron es una “amenaza menor” y pronosticó que “desaparecerá para 2027 y nadie lo extrañará”.
En Francia, Macron enfrenta un momento delicado. Además de la salida de Lecornu, ya habían fracasado en su apoyo figuras clave como Michel Barnier y François Bayrou. Ayer fue visto solo caminando por los muelles del Sena, sin respaldo claro en su mayoría parlamentaria.
El jefe del partido Renaissance, Gabriel Attal, reconoció públicamente que ya no sigue las “decisiones incomprensibles” de Macron. En medio de la inestabilidad financiera y la amenaza de un presupuesto bloqueado, Macron pidió al primer ministro saliente que inicie “ultimas negociaciones” para estabilizar la situación.
La oposición demanda con fuerza la disolución de la Asamblea Nacional. En particular, Francia Insumisa va más allá y pide la destitución pura y simple del presidente. Esta tormenta política deja a Macron más aislado que nunca.
