El ASSE sufrió una humillante derrota 0-4 en Annecy, en un partido condicionado desde temprano. Apenas a los 13 minutos, los ‘Verdes’ ya iban perdiendo y además perdieron un jugador por expulsión, quedándose con diez hombres. La falta de humildad y compromiso fue evidente durante todo el encuentro, según señalaron el entrenador Eirik Horneland y el portero Gautier Larsonneur.
Desde el inicio, Annecy impuso su dominio en el campo y el público local dejó sentir su apoyo con un clapping constante, mientras que en el otro lado del estadio, la respuesta de los jugadores del ASSE fue tibia y errática. El entrenador Horneland no ocultó su frustración tras el partido y calificó la actuación del equipo de “indigna”, con un tono severo que no dejó lugar a dudas sobre la gravedad de la situación.
La expulsión temprana complicó aún más a un ASSE que se mostró desorganizado y sin la energía necesaria para revertir el marcador. También hubo críticas internas sobre la actitud de los jugadores en el campo, señalando claras carencias de compromiso y entrega, aspectos que deberán corregir rápidamente si quieren evitar una crisis mayor en la Ligue 2.
Esta derrota agrava la posición del ASSE en la clasificación y aumenta la presión sobre Horneland y su cuerpo técnico, que tendrán que responder con urgencia tanto en lo táctico como en lo mental para recuperar la confianza interna y de su afición.
El Annecy, por su parte, demostró eficacia ofensiva y una disciplina táctica que le permitió capitalizar las ventajas numéricas y mantener el control absoluto del juego hasta el pitido final.


































