Saint-Hippolyte vive este fin de semana un inesperado auge de la lana y las técnicas de tricot con la primera edición del festival Hop’la laine, que se extiende hasta el domingo en la sala de fiestas del pueblo. La iniciativa, organizada por la asociación homónima, reúne a aficionados de todas las edades, con un particular foco en los jóvenes que se suman en masa a esta práctica tradicional que vuelve a estar de moda.
Entre los puntos más destacados figuran el ajouré, de riz, godron, jacquard y de claie, distintas técnicas que los asistentes exploran con agujas y ganchillos. “No es una actividad anticuada. La lana ya no pica como en tiempos de nuestros abuelos, es suave, moderna, llena de color y energía”, destaca Audrey Bermann, secretaria y miembro fundadora de la asociación Hop’la laine.
El evento busca revitalizar el interés por un material natural y noble que está ganando terreno a nivel nacional, especialmente entre una nueva generación que encuentra en el tricot no solo un hobby, sino una forma de expresión creativa y social.
Los organizadores esperan que estas jornadas impulsen un movimiento duradero en la región, combinando tradición y modernidad para mantener viva la artesanía local en torno a la lana. El festival continúa con talleres y exhibiciones hasta el cierre del domingo por la noche.
Con especial atención a la suavidad y el color de las fibras, la lana conquista nuevas audiencias que la integran a la moda y el diseño contemporáneo. La sala de fiestas de Saint-Hippolyte se ha convertido por unos días en el epicentro nacional del tricot.
































