Nicolas Dupont-Aignan, exdiputado y líder de Debout la France, lanzó una fuerte crítica contra el Ministerio de Agricultura esta semana en redes sociales. Aseguró que el Estado “deja morir en el frío y en altura” a vacas sanas en los Alpes al prohibir su descenso a las estancias.
El problema real va mucho más allá de una simple disputa. En la región de Isère una epidemia de dermatosis nodular contagiosa (DNC), una enfermedad viral que afecta exclusivamente a bovinos, obliga a imponer restricciones severas. El foco inicial apareció en el Ródano y llevó a establecer una zona regulada que afecta a 128 comunas.
Las autoridades prohibieron que los agricultores bajen sus animales de los pastos de verano para evitar que la epidemia se propague entre rebaños. Esto trastoca la rutina y suma pérdidas directas como sacrificios y disminución de producción, además de costos extras por mantener el ganado en altura.
Desde el Ministerio y expertos para el bienestar animal recuerdan que las vacas son resistentes al frío y que pueden soportar temperaturas muy bajas –de hasta -25°C– si están bien alimentadas y en buenas condiciones. Aseguran que, salvo un descenso fuerte del mercurio, no se corre riesgo inmediato para la salud bovina.
Sin embargo, la imagen viral que Dupont-Aignan compartió mostrando vacas en plena nieve, aparentemente generada con inteligencia artificial, ha alimentado el debate y desinformación. Diversos indicadores apuntan a que la foto no es real, y el mensaje del exdiputado no explica las razones sanitarias detrás de la prohibición estatal.
Frente a las dificultades, los sindicatos piden mejores compensaciones. Frente a esto, el gobierno ha anunciado ayudas para compensar animales sacrificados, así como para reconstruir los rebaños afectados. La región Auvernia-Ródano-Alpes ha otorgado una ayuda de entre 300 y 400 euros por vaca sacrificada.
En resumen, el Estado francés mantiene la restricción para controlar un brote de DNC que supone un riesgo sanitario serio en el ganado. La polémica nace de la interpretación política y la viralización de imágenes poco fiables, mientras que productores enfrentan pérdidas económicas pero reciben apoyo económico oficial.
La situación se mantiene complicada y los ganaderos están vigilantes, a la espera de nuevas medidas o flexibilizaciones que no comprometan la salud animal ni la continuidad de sus explotaciones. El control sanitario es prioritario para evitar que la enfermedad se extienda a otras regiones.
