El repollo rojo, también conocido como chou braisé o chou rouge au vinaigre según la región, vuelve a destacarse esta temporada como un superalimento esencial para reforzar la salud durante el otoño e invierno.
Este vegetal de la familia de las crucíferas aporta una potente combinación de vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes que fortalecen el sistema inmunitario y ayudan a prevenir enfermedades. Apenas 100 gramos cubren la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina C, vital para combatir infecciones y regenerar tejidos. Además, suministra vitaminas K, E y del grupo B, claves para la coagulación sanguínea, protección celular y metabolismo energético.
Su color rojo intenso se debe a las antocianinas, pigmentos con propiedades antiinflamatorias que reducen el estrés oxidativo, principal factor en enfermedades cardiovasculares. Estudios recientes confirman que estos compuestos protegen corazón y vasos sanguíneos.
Entre sus aliados nutricionales están los glucosinolatos, que al cocinarse se transforman en isotiocianatos, sustancias con efectos antiinflamatorios y antibacterianos, útiles incluso para infecciones urinarias. Investigaciones sugieren que estos compuestos también reducen el riesgo de cánceres como el de vejiga o mama, al interferir en el metabolismo de sustancias cancerígenas.
La fibra y los compuestos sulfurados del repollo rojo benefician la salud digestiva, previniendo el estreñimiento y manteniendo el intestino limpio. El jugo de repollo rojo es un remedio tradicional para aliviar inflamaciones gástricas y úlceras, gracias a su contenido en glutamina, un aminoácido antiinflamatorio.
El color del repollo puede variar entre rojo y azul según el pH del suelo y la preparación en cocina. La acidez, como el vinagre o las manzanas, intensifica el tono rojo, mientras que el azúcar tiende a azularlo.
Para conservar sus beneficios, se recomienda consumirlo crudo, en ensaladas por ejemplo, dado que la cocción reduce vitaminas y antocianinas. Si se prefiere cocido, debe hacerse suavemente y acompañado de especias como comino, hinojo o jengibre para evitar molestias digestivas típicas del repollo.
En resumen: ligero, nutritivo y versátil, el repollo rojo reafirma su lugar en la dieta francesa para mantener fuerte el sistema inmunitario y proteger contra enfermedades crónicas en los meses fríos.
Añadirlo a la mesa es sencillo y ofrece beneficios inmediatos para la salud pública que no se deben pasar por alto esta temporada.
